THE LAST STAGE, I HAVE SURVIVED (Part 3)

4 de Julio, 2012

(3º INFORME DE CÓMO ME VA)

Wow, esta vez he dejado pasar mucho tiempo desde la última vez que actualicé este diario de viaje, y aunque le podría echar la culpa a la pereza, la verdad es que tengo una excusa mucho mejor para ello: Este tramo final ha sido sin duda el más intenso del camino; una recta final sin curvas y ni frenos.

Reanudemos la historia por donde nos habíamos quedado: me acababa de mudar a Dundee, dejando atrás mi trabajo de au pair con la familia de ingleses militares. Compartía piso con dos estudiantes chinos (con el tiempo descubrí que uno era tailandés, aunque él nunca se quejó) y había empezado clases de preparación al First Certificate en el Dundee College. Tenía 3 meses para prepararme antes del examen, y en esos 3 meses viví experiencias increíbles, viaje a lugares mágicos a lo largo y ancho de esta isla, conocí a gente maravillosa, salí, me divertí, acumulé unas cuantas anécdotas, discutí de política con alemanes y griegos, bebí pintas de cerveza con escoceses e irlandeses, disfruté de la impagable compañía de españoles de toda la península, gané al billar a un tipo de New York y recibí clases de tango en los andenes de tren, disfruté…y además, encontré tiempo para preparar el examen.










Durante esos 3 meses, creé sin darme cuenta un hogar, me volví parte inconsciente de una nueva familia. Y digo inconsciente porque a lo que nos quisimos dar cuenta ya se nos había echado el tiempo encima. 3 meses es una cifra acotada, con fecha de caducidad. Es una pena decir adiós, así que nos guardamos esa parte para otra ocasión.

                                      

Y así, en un abrir y cerrar de ojos, me encontré cara a cara con el examen. Por aquellos días de junio había dejado el piso de los chinos y me encontraba viviendo en un piso gigantesco yo solo por el que pagaba 4 duros (fue una maniobra bastante extraña, en la que tomaron parte un peculiar casero paquistaní con el que casi acabo mal, un viaje a Tailandia y el compañero chino que demostró tener una palabra y una buena fe inquebrantables).

El caso; examen a la vista, un piso gigantesco para mí solo y días de despedida. Las dos últimas cosas llamaban a la fiesta sin control ni talento y la primera apelaba a mi madurez y responsabilidad. En esta versión de la historia voy a hacer una elipsis temporal y vamos directamente a la parte en que me veis entregando las llaves del piso en perfecto estado al casero y recibiendo en casa el diploma del First Certificate de Cambridge, que me otorga un nivel B2 en lengua inglesa. Soy un chico responsable después de todo. (Además se cocinar, ¡todo un partidazo!)

Una vez entregadas las llaves del piso, nada me ataba en Dundee y dirigí mis pasos hacia Edimburgo para trabajar en el International Film Festival of Edinburgh (IFFE) como técnico voluntario. Allí me acogieron en su casa dos grandes amigas de Teruel, que habían llegado no hace mucho a Escocia. Fueron dos semanas geniales en las que asistimos a fiestas, vimos a España machacar a Italia en la final, hicimos barbacoas pasadas por agua, y algún que otro intento de turismo por la capital.

                                         

Ahora ya toca cerrar capítulo y pasar página, ya que este viaje ha llegado a su fin. Como ya he señalado antes, es una gran pena decir adiós, así que me guardaré esa parte para otra ocasión y simplemente añadiré 
see you later Scotland.

                                       

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